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Red de apoyo en medio del aislamiento

Por Juan Pablo Patiño – Psicólogo en formación en Fundación Libérate

Para un paciente en proceso de rehabilitación el aislamiento puede ser una vulnerabilidad para una posible recaída o presentar cuadros de ansiedad que le generen malestar. Sin embargo, puede ser también un espacio que sirva de provecho para avanzar en su tratamiento cumpliendo con el trabajo terapéutico y utilizando adecuadamente el tiempo para el desarrollo de aspectos importantes de su vida.

Cuando el paciente cuenta con compañía durante este tiempo, puede llegar a ser una gran ventaja para que la situación de aislamiento sea más eficiente. Es por esto que, al contar con una red de apoyo la persona debe recibir un acompañamiento de calidad, es decir, los acompañantes deben estar en la disposición a estar pendiente del comportamiento, pensamientos y salud en general del paciente (Calvo, Costa y Valero, 2016).

Durante el tiempo de aislamiento es importante tener en cuenta que todas las personas son vulnerables a sufrir cambios en sus estados emocionales y comportamientos. Así mismo, los pacientes en casa pueden llegar a tener estos cambios más significativos, por lo cual se debe tener en cuenta que la tolerancia y paciencia en el cuidado del paciente debe ser optima sin que ponga en riesgo la salud mental o física del cuidador.

Con base en lo anterior, es importante analizar por qué pueden suceder estos cambios, muchas veces están relacionados a síntomas de abstinencia, perdida de contacto social (especialmente con personas que son significativas pero no pueden compartir este tiempo con el paciente), cambios de hábitos, menor frecuencia de actividades de interés, cambios en la alimentación, actividades repetitivas (es crucial prestar atención a las actividades que realice el paciente por medio de internet y a que contenido se expone).

Con el fin de minimizar riesgos, resulta apremiante identificar los motivos o vulnerabilidades que tenga el paciente y que lo pongan en peligro, y acercarse a él como figura de apoyo (Vanegas, 2009).

El paciente debe sentir que con quienes comparte este tiempo son personas en las cuales puede confiar, que están dispuestas a escucharlo y apoyarlo especialmente en su parte emocional. Para esto es importante que el acompañante se muestre empático, que no cuestione las emociones que pueda sentir el paciente, por el contrario, que brinde una compañía de escucha y le ayude a tomar acción hacia cosas que lo hagan sentir bien.

El primer paso para que el paciente sepa que tiene una compañía de calidad es mostrársela, por ejemplo, un primer acercamiento en el cual se le diga al paciente que la persona está dispuesta a escucharlo en cualquier momento, que entiende que este tiempo puede ser difícil, sin embargo, acompañarlo en este momento es algo que la persona valora.

Posteriormente es importante hacer monitoreo constante del paciente, de lo que dice, piensa y hace para estar seguros de que este tiempo de aislamiento no está siendo perjudicial para él (Vanegas, 2009).

Referencias:

Calvo, F; Costa, J & Valero, R. (2016). Motivos de abandono temprano de pacientes en tratamiento ambulatorio de adicción a sustancias.

Vanegas, M (2009). La Familia, soporte para la recuperación de la adicción a las drogas. CES Psicología2(2), 86-94.