El consumo de alcohol en jovenes

Actualmente el consumo de alcohol se ha convertido en un problema de salud pública, ya que esta problemática cobra la vida de 2,5 millones de personas en el mundo cada año y su consumo excesivo y prolongado puede ser causa de enfermedades como cáncer, hipertensión arterial y Alzheimer, así mismo, se han detectado como problemáticas asociadas al consumo de esta sustancia, infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados y suicidios (Lema, Varela, Duarte y Bonilla, 2011)

Específicamente en Colombia, según el último Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas del año 2013, las regiones con mayor índice de consumo de alcohol fueron Chocó, Boyacá, Medellín y Bogotá, demostrando además, que el consumo incrementa conforme aumenta el nivel socioeconómico. Adicionalmente, se encontró que el primer contacto con el alcohol lo tienen los jóvenes aproximadamente a los 12 años, dando como resultado que 9 de cada 10 menores de 17 años ha consumido alguna vez alcohol en su vida. Lo grave de esto, es que se desconoce que el primer contacto con el alcohol es predictor de futuros abusos y adicciones, pues se ha comprobado que casi la mitad de quienes se relacionan con el licor antes de los 15 años serán adultos alcohólicos.

Es por esto que cobra tanta importancia la prevención, tarea que compete en primera medida a las familias, pero ¿Cómo saber si su hijo tiene problemas con el alcohol?. Es importante que los padres de familia estén muy alerta y atentos a los comportamientos de sus hijos, pues existen ciertas señales que pueden informar sobre algún problema con el alcohol; en la adolescencia, estos signos pueden confundirse con los cambios comportamentales propios de esta etapa del desarrollo, pero cuando se vuelven persistentes y duraderos pueden ser muestra de la presencia de un problema. Así pues, preste atención a estos signos:

  • Problemas escolares: inasistencia a clase, castigos en el colegio y bajas calificaciones.
  • Incumplimiento u oposición a las normas en el hogar.
  • Adquisición de nuevas amistades y evitación para que los padres las conozcan.
  • Encontrar alcohol en el cuarto o detectarlo en el aliento.
  • Problemas de atención o memoria.
  • Presencia de cambios físicos como, ojos rojos, falta de coordinación en los movimientos y poca claridad al hablar.
  • Cambios de apariencia o pérdida de interés en la higiene.
  • Constantes actividades en la noche fuera de casa.
  • Cambios inexplicables de carácter, mentiras frecuentes, manifestaciones de ira e irritabilidad exagerada, depresión, suspicacia, desconfianza e ideación suicida.
  • Problemas médicos como trastornos digestivos o ulcera.

Pero ¿qué hacer si detecta, signos de este tipo en su hijo?. Según Martínez (s.f), existen formas de enfrentar una situación de consumo en el hogar como las siguientes.

  • Mantenga y fomente una relación franca y de apertura con su hijo. Esto aumenta las posibilidades de que su hijo le hable sobre sus anhelos e inquietudes.
  • Hable con su hijo sobre los riesgos del consumo de bebidas alcohólicas; hágalo de forma positiva y amena.
  • Establezca reglas claras en cuanto a la edad en la que se le permitirá beber alcohol; hable de estas cosas antes de que llegue a la adolescencia.
  • Enseñe a sus hijos que existen diversas formas de enfrentar los problemas de forma saludable que no implican el consumo de alcohol, como por ejemplo, hacer ejercicio, dar un paseo, bailar, etc
  • Conozca a los amigos de sus hijos.
  • Motive a sus hijos para mantener amistadas positivas.
  • No refuerce el consumo de alcohol en los adolescentes; es decir, intente estimular a su hijo para que se haga amigo de otros jóvenes que no beban alcohol y que constituyan una buena influencia para él.
  • Ayude a su hijo a resistir la presión social y a decir “NO”

Referencias

Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Colombia. (2013). Recuperado de http://www.odc.gov.co/Portals/1/publicaciones/pdf/consumo/estudios/nacionales/CO031052014-estudio-consumosustancias-psicoactivas2013.pdf

Lema, L., Varela, M., Duarte, C. y Bonilla, M. (2011). Influencia familiar y social en el consumo de alcohol en jóvenes universitarios. Revista Facultad Nacional de Salud Pública, 29 (3), 264 – 271. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/120/12021452006.pdf

Martínez, M. (s.f). Prevención del consumo de alcohol. El adolescente y la familia. Recuperado de http://www.cenadic.salud.gob.mx/PDFS/publicaciones/prevconsumo.pdf

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