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La apuesta por deconstruir la violencia de género en Colombia

Por Alejandra Palacios – Trabajadora Social de Fundación Libérate

Conceptualmente entre hombres y mujeres no hay diferencia en la garantía de derechos; sin embargo, a nivel cultural, social y político hay una brecha enorme que nos separa. El objetivo de este artículo es reflexionar sobre estas diferencias e identificar cómo acciones cotidianas pueden estructurar un sistema basado en la desigualdad social hacia el género femenino; y así, finalmente generar propuestas que nos lleven a la deconstrucción de la desigualdad de género en Colombia.

Para empezar, es importante identificar que vivimos en un sistema de orden patriarcal, Kate Millet lo define como: “El patriarcado es una estructura social y política que diferencia hombres y mujeres y valora los hombres más que las mujeres”. Este concepto se puede constatar en la actualidad colombiana con datos estadísticos como los siguientes:

“Entre el 2008 y el 2016, la brecha salarial entre mujeres y hombres recién graduados se ha reducido en 3 puntos porcentuales, pasando de 15.1% en 2008 a 11.8% en 2016, ratificando que las mujeres pese a iguales condiciones recibieron un salario inferior al de los hombres.” (MUJERES, 2018)

“Para 2017, la tasa de desempleo de las mujeres fue 12.3% contra 7.2% de los hombres (5 puntos porcentuales más alta)” (MUJERES, 2018)

“En el ámbito de violencia de pareja, ejercida de hombres a mujeres, los datos han sido altos, durante los últimos cuatro años el número de casos ha pasado de 39.020 en 2013 a 43.176 en 2017, mostrando un incremento de 10.6%, según cifras de medicina legal.” (MUJERES, 2018)

Para comprender esta brecha, es indispensable entender que: “El género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales fundadas sobre las diferencias percibidas entre los sexos, y el género es el primer modo de dar significado a las relaciones de poder” (Scott, 1990, p.14), este significado a nivel social posiciona a las mujeres en la base de la pirámide y las limita a espacios privados, delegándoles las labores relacionadas al hogar y al cuidado, mientras que el espacio público y las decisiones del mismo les son otorgadas los hombres.

Este fenómeno que relega a las mujeres al espacio privado, las limita en las áreas educativas, laborales, económicas y sociales, hecho que niega la posibilidad del desarrollo integral de las mujeres, por las bajas garantías de derechos igualitarios, y por un sistema cultural que promueve las diferencias de oportunidades entre los géneros.

Adicionalmente, propicia la violencia contra las mujeres, entendiendo violencia contra la mujer como: “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado” (Convención de Belém do Pará reglamentada en Colombia en 1995)

Algunas cifras para Colombia del año 2013 son:

Cada 13 minutos una mujer fue víctima de violencia por parte de su pareja o expareja (39.020 casos). Por cada hombre víctima de violencia por parte de su pareja o expareja, 7 mujeres lo fueron. El 45% de caso de violencia de pareja hacia las mujeres proviene del compañero permanente y el 72% de los casos sucede en la vivienda. (Semana 25 de 11 de 2013).

Pero no solo las mujeres sufren por las diferencias socioculturales que están impresas en cada género, los hombres también, en ellos encontramos: No cuidan de su salud: se involucran más en peleas: Fueron 1263 homicidios en 2013 en Colombia en el escenario de actividades lúdicas (para las mujeres fueron 85 casos) (Instituto de Medicina Legal, 2014)

Son los que generan y los que sufren las consecuencias de los accidentes en el tránsito. Son los que más matan y los que más mueren (altas tasas de homicidio y suicidio): 80% de los homicidios del mundo son practicados por hombres (UNODC, 2011). Para cada suicidio de una mujer, 4 hombres se suicidaron en Colombia en 2013. (Instituto de Medicina Legal, 2014).

Para concluir, es importante deconstruir la cultura patriarcal en la que estamos inmersos, podemos empezar desmitificando afirmaciones como las que vamos a encontrar a continuación:

Mito: Los hombres son naturalmente violentos

Realidad: Los hombres también pueden expresar sus sentimientos, y dentro de esos el amor y el cuidado por las personas que quieren.

Mito: Las mujeres provocan la violencia de los hombres

Realidad: Los hombres y las mujeres pueden aprender a controlar sus emociones para que estas no desemboquen en situaciones de violencia.

Mito: La violencia solo existe en las familias pobres

Realidad: La violencia se puede dar en cualquier familia, por eso es importante aprender sobre nuestras emociones y el manejo adecuado de las mismas.

Mito: Si la mujer no se aleja, es porque le gusta que le pegue

Realidad: a nadie le gusta que le peguen, la violencia intrafamiliar puede generar situaciones de apego emocional. La violencia muchas veces puede inmovilizar

Mito: La violencia termina con el fin de la relación de pareja

Realidad: la mayoría de feminicidios se dan después de que la relación termina.

Si conoces a alguien que esté sufriendo de:

  • Aislamiento social
  • Falta de apoyo
  • Dependencia emocional
  • Desconocimiento de sus derechos
  • Dificultad de proyectar una vida sin violencia
  • Violación dentro o fuera del matrimonio
  • Que ejerzan control sobre su comportamiento (amistades, familia, trabajo, estudios, manera de hablar, de vestirse)
  • Que ejerzan control de las redes sociales y teléfono
  • Control financiero
  • Insultos
  • Desdén, indiferencia, chantaje, humillaciones, Intimidaciones, amenazas, persecución, golpes. No normalices la violencia, e invítale a denunciar y a asistir a terapia psicológica.

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Referencias:

Millet, K. (1970). Política sexual .

MUJERES, O. (2018). El progreso de las mujeres en 2018: transformar la economía para realizar los derechos . Obtenido de https://www2.unwomen.org/-/media/field%20office%20colombia/documentos/publicaciones/2018/10/onu%20mujeres%20-%20resumen%20progress.pdf?la=es&vs=1752

Informe de medicina legal, 2014.

Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer “convención de belem do para”. 1994

Semana. (25 de 11 de 2013). cifras de la violencia contra la mujer . Obtenido de https://www.semana.com/nacion/articulo/cifras-de-la-violencia-contra-la-mujer-en-colombia/366030-3}