En este artículo puedes conocer más sobre el uso de la marihuana y sus consecuencias en la salud sexual.
Desde tiempos atrás el hombre y la mujer han buscado recursos que les permitan incrementar su placer sexual, recurriendo a plantas, alimentos, y a sustancias naturales o sintéticas como lo son las drogas.
Segun Gozalka et al (2010) estas ultimas, al consumirlas en dosis bajas, aparentemente aumentan el deseo sexual, pero los efectos a largo plazo terminan deteriorando en forma muy significativa todas las etapas de la respuesta sexual femenina y masculina. El mayor motivo para recurrir a las sustancias a la hora de vivir la sexualidad, es el deseo de experimentar sensaciones y emociones diferentes, o el sentirse inadaptados o inseguros.
El efecto psicológico tipo placebo de las sustancias psicoactivas, en lo que a la esfera afrodisíaca se refiere, exacerba la fantasía del sujeto. Muchas drogas reducen el deseo sexual, pero algunas de ellas parecen incrementarlo, actuando como afrodisíacos. Sin embargo, Gozalka et al (2010) aclara que el hecho de que una droga aumente el deseo sexual de una persona no significa necesariamente que mejore su funcion sexual o su placer.
¿Cuáles son sus consecuencias?
En cuanto al consumo de marihuana, Gozalka et al (2010) agrega que como efectos inmediatos en la esfera sexual ayuda en la desinhibición, relaja y produce sensación de bienestar, aumenta la sensibilidad táctil y distorsiona la realidad. Sin embargo, hay estudios que evidencian que el consumo frecuente, reduce los niveles de testosterona y puede causar disminución en la producción de espermatozoides, como tambien disminuye el deseo sexual y provoca disfunción eréctil.
Entre los efectos a largo plazo, Gozalka et al (2010) afirma que la marihuana inhibe la producción de hormonas sexuales (en el hombre provoca reducción en la producción de esperma, a la vez que un mayor número de espermatozoides anómalos, y en la mujer suprime la ovulación y facilita irregularidades en el ciclo menstrual).
Asi mismo, según Gozalka et al (2010), en cuanto a la función sexual de la mujer, se ha informado en general de que el consumo de cannabis facilita diversos aspectos del funcionamiento sexual, como la excitación y el deseo. Además, esta influencia puede depender de la dosis, ya que hay pruebas que sugieren que el cannabis es beneficioso para el funcionamiento sexual solo a dosis bajas, más allá de las cuales puede volverse debilitante.
Así mismo, se ha encontrado una relación dosis-dependiente sobre consumo de cannabis y funcionamiento sexual masculino, ya que los hombres reportan efectos facilitadores e incapacitantes de su consumo de cannabis, que van desde el aumento del deseo sexual a corto plazo hasta la disfunción eréctil a largo plazo.
Debido a los efectos depresores de la marihuana, Gozalka et al (2010) menciona que sus efectos de relajación física y mental y el sentimiento de bienestar generan desinhibición en la persona, llevando a cabo conductas inapropiadas en diferentes areas incluyendo la sexual .
Quizá por esto, se habla de la utilidad de la marihuana para enfrentarse a la ansiedad asociada a situaciones relacionadas con la conducta sexual. Sin embargo, esta utilidad se puede ver evidenciada únicamente en los efectos a corto plazo, pero teniendo como resultado los efectos negativos a largo plazo en el funcionamiento sexual tanto de hombres como mujeres.
Referencias
Gorzalka, B., Hill, M. & Chang, S. (2010). Male–female differences in the effects of cannabinoids on sexual behavior and gonadal hormone function. Hormones and Behavior, Volume 58, Issue , Pages 91-99, https://doi.org/10.1016/j.yhbeh.2009.08.009